Dr. Miguel Arteaga – ErgoLean Solutions.

El dolor en la espalda baja es una condición muy frecuente entre el personal que realiza tareas de manejo manual de cargas. La Unión Europea informa que el 24% del personal laboral presenta dolor lumbar¹ y en Latinoamérica el porcentaje de afectación poblacional no se encuentra muy alejado de los europeos. 

Según un estudio² realizado en el 2007, todas las personas tienen una probabilidad entre un 65 y 90% de sufrir un episodio de dolor lumbar en algún momento de la vida y es considerada como una de las principales causas de limitación en las actividades cotidianas. El dolor de espalda baja representa el 11% de las incapacidades temporales, aunado a la afectación de la calidad de vida de las personas, esto conlleva impactos directos sobre las empresas debido al ausentismo e incapacidades que el dolor lumbar genera, este mismo estudio hace referencia que la mayoría de las personas afectadas por dolor lumbar requirieron un periodo de incapacidad temporal superior a los 30 días. 

Para disminuir la frecuencia del dolor lumbar por exposición a sobreesfuerzos derivados del manejo manual de cargas, se han aplicado diversas medidas, desde controles técnicos, administrativos, hasta las que implican el uso de elementos de “protección personal”. Estas se han introducido en el mercado argumentando que minimizan la probabilidad de sufrir un episodio de dolor o trastorno musculoesquelético lumbar, jamás se ha estado más alejado de la realidad.

¿Qué sucede en el cuerpo al utilizar una faja lumbar? 

Nosotros utilizamos los músculos del abdomen para una serie de funciones como: mantener la postura erguida, inclinarnos hacia adelante, girar el tronco, contribuir en la micción y defecación, participar en la exhalación forzada durante la respiración, etc.

Al utilizar una faja lumbar, esta comprime la región abdominal generando una inhibición parcial de la musculatura y un aumento de la presión dentro del abdomen, que, a largo plazo, puede generar dos condiciones en nuestro organismo y una tercera que tiene un factor psicológico con repercusión física:

  1. Debilidad de los músculos abdominales. Sabemos que portando la faja lumbar tenemos cierto soporte para realizar los movimientos de carga, pero una vez que la retiramos, por ejemplo, cuando en casa surge la necesidad de realizar alguna actividad de manejo manual, por ejemplo, al mover muebles, cargar cajas, levantar herramientas pesadas y no contamos con la faja lumbar, corremos el riesgo de generarnos una hernia abdominal.
  2. Alteraciones circulatorias. La presión constante que la faja produce dentro de nuestro abdomen se traduce en aumentos de la presión arterial y disminución del retorno venoso que conduce a varices testiculares en los hombres.
  3. Falso sentido de seguridad. ¿Cuántas veces no hemos escuchado la siguiente frase: “¿Échame otra caja (saco, bolsa, etc.), de todas maneras, traigo puesta la faja”? Por mucho tiempo hemos tenido la idea errónea de que la faja lumbar nos da super poderes para cargar más peso, cuando lo único que estamos haciendo es levantar cargas excesivamente pesadas e incrementando el riesgo de lesionarnos.

Son estas tres razones por las cuales justificamos el desuso de la faja lumbar y exhortamos a realizar una evaluación ergonómica de las actividades en manejo manual de cargas para analizar la necesidad de controles ya sea técnicos o administrativos para su control y brindar mejores condiciones de trabajo para nuestros asociados, así como dar cumplimiento a la NOM-036-1-STPS-2018: Manejo Manual de Cargas.

Para más información al respecto, contáctame en mis redes sociales:

https://linktr.ee/ergoleansolutions

¹ Uso de faja lumbar en el trabajo. Instituto de Salud Pública. Ministerio de Salud. Gobierno de Chile.

² Ocaña-Jimenez U. Lumbalgia ocupacional y discapacidad laboral. REV FISIOTER (GUADALUPE). 2007; 6(2):17-26.